SOY PRINCESA GUERRERA HIJA DE DIOS
❀ ❀ ❀HOLA ❀ ❀ ❀
❀ SOLO SE COMPRA LO QUE TIENE PRECIO, EL RESTO SE CONQUISTA❀
❀ En la sociedad en
la que vivimos, es muy fácil confundir lo material con la felicidad. Lo cierto
es que continuamente se nos sugiere que uno puede alcanzar cualquier
cosa solo si tiene posesiones materiales. Es como si todo tuviera un
precio que se puede comprar en monedas o billetes. ❀
❀ Sin embargo, ¿es más rico el que más tiene? Puede coincidir que así sea,
pero si hablamos de riqueza emocional su precio es diferente: es
más feliz quien puede disfrutar de las personas que le llenan, de los placeres
pequeños y de las cosechas que ha sembrado con esfuerzo. ❀
❀ Así, las emociones que ciertamente nos dan vida, no vienen
etiquetadas en euros, dólares o libras, sino que se conquistan. La
diferencia es sustancial, como veremos a continuación. ❀
❀ La materialidad es momentánea ❀
❀ Es cierto que lo material nos facilita las circunstancias e incluso
muchas veces también puede darnos momentos felices; no obstante, esto es una
felicidad momentánea: las riquezas físicas pueden librarnos de necesidades
vitales como el hambre o disminuir la sensación de tristeza, pero a
la larga no aumentan la del bienestar psicológico. ❀
❀ Por esta razón, es beneficioso tener en cuenta la sencillez con la que
podemos convertirnos en esclavos de lo material y hacerle frente. Poner
precio a todo es un medio para hacernos la vida más cómoda, pero también es muy
peligroso: ver en las posesiones materiales un fin en sí mismo es
claramente un signo de esclavitud. ❀
❀ De hecho, una persona no se define por lo que tiene sino por lo que
es: limitarnos a juzgar por lo que se posee puede darnos una perspectiva
falseada y generalmente pobre de lo que alguien puede aportarnos. ❀
❀ “La mayoría de los lujos y muchas
de las llamadas comodidades de la vida no sólo no son indispensables, sino que
resultan un obstáculo evidente para la elevación espiritual de la humanidad”. ❀
❀ Es bueno ser conscientes de lo que de verdad nos importa y de su
valor espiritual: conquistemos a las personas, enamorémonos del
mundo y que este, a su vez, se enamore de nosotros. Así atraeremos
felicidad duradera y alegría sincera. ❀
❀ Lo sustancial no tiene precio ❀
❀ ¿De qué sirve tener todo el dinero del mundo si no tenemos a nadie con
quien compartirlo de manera sincera? Charles Dickens ya nos dio una prueba con
su cuento de navidad: dar es mucho más gratificante que obsesionarse
pilas de algo que, humanitariamente, no nos llenan. ❀
❀ Podemos ser muy
felices si en lugar de pagar por nuestros sueños, luchamos por conquistarlos.
Es más, en el futuro nos hará sentir plenos y satisfechos con nosotros mismos
haber entendido hasta dónde somos capaces de llegar por cumplirlos. ❀
❀ “¿Y de qué te sirve poseer las
estrellas? Me sirve para ser rico. ¿Y de qué te sirve ser rico? Me sirve para
comprar más estrellas” ❀
❀ Lo mismo sucede cuando se trata de conquistar a personas, no solo en el
sentido amoroso: desde nuestros padres hasta nuestros hijos, pasando por las
amistades y amores que tengamos. Ellos también se darán cuenta de la
inspiración que supone valorar a los demás: no hay regalo mejor que un corazón. ❀
❀ La felicidad no se compra, se conquista ❀
❀ No lo dudes y empieza a conquistar todo aquello que sabes que nunca
podrás comprar, pero está a tú alcance. Necesitamos perder el miedo a salir de
nuestra zona de confort para ofrecer lo que somos sin restricciones y aprender
de los que nos rodean: pues no, no es más rico quien más dinero tiene,
sino el que se realiza por y para sí y los demás. ❀
❀ Por supuesto, el mero hecho de esperar a ser felices no va a provocar
que lo seamos: toda conquista exige un coraje mucho amor, una valentía y
algún fracaso. Recuerda que dicen que si quieres sentirte rico has de
contar todo aquello que tienes y que no se puede comprar. ❀
❀ “El dinero
sólo puede comprar cosas materiales, como alimentos, ropas y vivienda. Pero se
necesita algo más. Hay males que no se pueden curar con dinero, sino sólo con
amor” ❀
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