martes, 13 de septiembre de 2016

❀ GRACIAS POR HABERME DEJADO ❀



 
SOY PRINCESA GUERRERA HIJA DE DIOS
❀ ❀ ❀HOLA ❀ ❀ ❀

❀ GRACIAS POR HABERME  DEJADO  

No lograste debilitarme y esta experiencia no logró derrumbarme.
Al principio las cosas no fueron tan sencillas y ni siquiera lograba creer que mi vida podría seguir adelante ni que podría volver a respirar con normalidad. Todo dolía, todo en mí se quejaba y parecía que nunca más podría dormir sin soñar con una realidad diferente. Los primeros meses fueron los peores, porque sabía que las excusas y explicaciones que me habías dado no eran reales. Preferí evitar cualquier tipo de contacto o información porque sabía lo que realmente no quería saber: que había otra en tu vida.






Al principio no podía entender la razón de tus acciones ¿cómo habías sido capaz de hacerme eso? En aquellos meses sentía que caminaba sin poder ver lo que tenía al frente, constantemente chocando con otras personas, ignorando cambios cruciales que se daban a mi alrededor, incapaz de ver más allá de mi nariz o de escuchar las amables palabras de quienes realmente me amaban.




Poco a poco comencé a comprender lo que tu presencia había provocado en mi vida. Había sido como algo que me había carcomido por dentro, que poco a poco me había robado mi imagen de mí misma dejándome con una extraña sensación de vacío. Era como despertarse un día y sentir que no tenía destino, que no tenía hogar, que no tenía una razón para estar en este mundo.






La luz la vi mucho después y aunque tuve semanas de debilidad donde esperaba encontrarte en los lugares que usualmente frecuentábamos, pronto comprendí que lo mejor era intentar olvidarte. En vez de eso, decidí hacer otra cosa: decidí convertirte, cambiarte, tomar tu recuerdo y convertirlo en una experiencia que pudiese ayudar a otras personas, que pudiese ayudarme a mí a amarme como me lo merecía.

Volver a creer no fue sencillo. En todos lados veía tu mirada incierta y muchas bocas parecían decir palabras similares a las que decías en nuestras últimas noches. Comencé a recuperarme lentamente.Las tardes se volvieron más largas y mi miedo comenzó a desaparecer gradualmente. La herida se cerró y se cicatrizó, y aunque dejó una marca visible, decidí nunca esconderla y mostrarla con orgullo. Tú me enseñaste que no valía la pena avergonzarme de haber sobrevivido y que más bien deberías haber sido tú quien se avergonzara por haberme llenado de ilusiones falsas y haber jugado con mis sentimientos.
Pocas son las veces en las que vemos nuestro propio sufrimiento como algo que nos de fuerza, y es que es a través de este canal que aprendemos como no merecemos ser tratadas, las cosas que no volveremos a repetir y los hombres que deberían ser ignorados a toda costa. A ti que una vez decidiste que no era lo suficientemente importante como para merecer la verdad, que una y otra vez acabaste con mis sueños y expectativas te quiero decir que no me hiciste más débil, que no me marcaste y que no lograste tirarme al suelo.





Gracias por haberte ido, porque aunque los primeros meses fueron los peores de toda mi vida, no habría otra forma en que hubiese aprendido lo mucho que valía y lo mucho que me merecía. Sé que es probable que nunca leas esto y que mis palabras no lleguen a ti pero en este punto del camino he comprendido que todo lo que hago, incluso esto, lo hago para mí y ya no más para ti




No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.