jueves, 28 de septiembre de 2017

CINCO MINUTOS EN EL ALMA





PRINCESA GUERRERA HIJA DE DIOS 

CINCO MINUTOS EN EL ALMA 

❀Acércate tan despacio, que ni tu susurro me despierte❀
y acaricia con tus sueños los espacios reducidos...❀
donde duermen como niños (los silencios más eternos)❀
y percibe en un suspiro...el sabor de mis anhelos❀

❀Ven e inventa golondrinas (en los mares de mis ojos)❀
...y camina por la arena de mis playas solitarias...❀
y conversa sin palabras...como lo hacen tus miradas,❀
con la brisa acaudalada de mi esencia y de mi alma!❀

❀Y si te sientes cansado (reposa bajo mi sombra)❀
que se levanta como el grito de la aurora❀
entre los amaneceres de tus ojos...siempre míos...❀
o entre los cordeles de mis dedos y sentidos❀

❀Acércate mi bien...con tus destellos❀
...como claros de luna en plenilunios...❀
o como la plata que brilla en las lagunas❀
cuando las estrellas acarician tus cabellos❀

❀Desciende sin sentido...hasta los rincones más cerrados❀
allí donde te aguarda un beso, amor sobre mis labios...❀
o donde las noches cantan como serenatas negras❀
bajo la suave enredadera de mis selvas❀

❀Más nunca calles... (porque el viento callaría)❀
y los grillos en los pastos siempre verdes...❀
callarían sus cantares vespertinos❀
como amor...yo callaría en el olvido!❀

❀Ven a estar cinco minutos con mi alma...❀
con mis ojos tan preñados de miradas...❀
con mi boca que has besado amor sin tregua❀
y con todo lo que soy...entre palabras...!!❀

viernes, 22 de septiembre de 2017

❀CUANDO ME AMÉ DE VERDAD❀



PRINCESA GUERRERA HIJA DE DIOS 

❀CUANDO ME AMÉ DE VERDAD
“No debemos tener miedo de confrontarnos… hasta los planetas chocan y del caos nacen las estrellas”

Cuando me amé de verdad, comprendí que en cualquier circunstancia yo estaba en el lugar correcto y en el momento preciso. Y, entonces, pude relajarme. Hoy sé que eso tiene nombre. Autoestima mi angustia y mi sufrimiento  emocional no es sino señales de que voy contra mis propias verdades. Hoy sé que eso es…Autenticidad.  

Cuando me amé de verdad, dejé de desear que mi vida fuera diferente y comencé a ver que todo lo que acontece contribuye a mi crecimiento. Hoy sé que eso se llama…Madurez.  

Cuando me amé de verdad, comencé a comprender por qué es ofensivo tratar de forzar una situación o a una persona solo para alcanzar aquello que deseo, aun sabiendo que no es el momento o que la persona (tal vez yo mismo) no está preparada. Hoy sé que el nombre de eso es…Respeto. 

Cuando me amé de verdad, comencé a librarme de todo lo que no fuese saludable: personas y situaciones, todo y cualquier cosa que me empujara hacia abajo. Al principio, mi razón llamó egoísmo a esa actitud. Hoy sé que se llama…Amor hacia uno mismo.

Cuando me amé de verdad, dejé de preocuparme por no tener tiempo libre y desistí de hacer grandes planes, abandoné los mega-proyectos de futuro. Hoy hago lo que encuentro correcto, lo que me gusta, cuando quiero y a mi propio ritmo. Hoy sé, que eso es… Simplicidad.

Cuando me amé de verdad, desistí de querer tener siempre la razón y, con eso, erré muchas menos veces. Así descubrí la…Humildad.

Cuando me amé de verdad, desistí de quedar reviviendo el pasado y de preocuparme por el futuro. Ahora, me mantengo en el presente, que es donde la vida acontece. Hoy vivo un día a la vez. Y eso se llama…Plenitud.  

Cuando me amé de verdad, comprendí que mi mente puede atormentarme y decepcionarme. Pero…, cuando yo la coloco al servicio de mi corazón, es una valiosa aliada. Y esto es… ¡Saber vivir!

miércoles, 20 de septiembre de 2017

❀Déjame abrazarte un poquito México...❀




❀Déjame abrazarte un poquito México...❀

❀Sé que estás asustado, que tienes miedo de cerrar tus ojos, estas semanas no han sido fáciles para ti en ningún sentido, sé que sientes incertidumbre e impotencia, que eres casa de un pueblo herido el día de hoy.

❀Pero déjame abrazarte un poquito México, déjame consolar tu corazón, eres una tierra de un pueblo de luchadores, de gente solidaria, eres casa de valientes, de los que no se rajan.❀

❀México: eres casa de gente que se la juega por el desconocido y que se crece ante el dolor, porque somos un pueblo que no tiene miedo de salir de sus casas a echarle la mano al otro.❀

❀No tengas miedo porque saldremos adelante , juntos como el gran pueblo que somos, así como salimos adelante del terremoto hace 32 años, de los huracanes, de tantos gobiernos corruptos, de enfermedades.❀

❀No tengas miedo México porque nos hiciste un pueblo donde en momentos de sufrimiento el vulnerable se vuelve familia, no te miento... Hoy vi edificios destruidos y gente sufriendo, vi coches abajo de escombros y mucha necesidad.❀

❀Pero... ¿Sabes?❀

❀Vi listas y listas de personas buscando ayudarte, vi supermercados repletos de gente buscando víveres para los centros de acopio, vi personas con palas, paramédicos dispuestos a ir a donde fuera para brindar ayuda, vi estudiantes haciendo sándwiches, vi abrazos entre vecinos, vi consuelo, vi amor, vi empatía.❀

❀Mantente fuerte...❀

❀Nos esperan momentos difíciles, momentos de incertidumbre y de noticias dolorosas para muchos familiares, pero no dudes ni un minuto de que no podemos salir adelante nuevamente.❀

❀Somos un pueblo de fuertes, de fregones, de chingones, con el corazón en duelo y dolor, pero con alegría, solidaridad, y con un optimismo tan grande para hacer sentir mejor a nuestros hermanos.❀

❀Mi México, hoy no tengas miedo, recupera tu fuerza porque el día de hoy nos espera mucho por qué luchar y nos espera todo para poder ayudar.❀

❀Canta México, canta y no llores..❀

martes, 19 de septiembre de 2017

❀Y COMO, NO SABIA QUE ERA IMPOSIBLE, LO HIZO❀



❀PRINCESA GUERRERA HIJA DE DIOS❀ 

Y COMO, NO SABIA QUE ERA IMPOSIBLE, LO HIZO
Había una vez dos niños, que patinaban sobre una laguna helada, Era una tarde nublada, y fría pero los niños jugaban sin preocupación. De pronto el hielo se reventó, y uno de los niños, cayó al aguan quedando atrapado.  El otro niño viendo que su amigo se ahogaba bajo el hielo tomó una piedra y empezó a golpear con todas sus fuerzas, hasta que logró romper la helada capa, agarró a su amigo y lo salvó. Cuando llegaron los bomberos, y vieron lo que había sucedido, se preguntaban cómo lo hizo, pues el hielo era muy grueso. Es imposible que lo haya podido romper, con esa piedra y sus manos, tan pequeñas, afirmaban. En ese instante apareció un anciano y dijo, yo sé cómo lo hizo, ¿cómo? preguntaron . No había nadie a su alrededor para decirle que no podía hacerlo. ¿Cuantos de ustedes se detuvieron en una parte del camino porque alguien les dijo que no siguieran que nunca alcanzarían su objetivo?  

Probablemente todos más de una vez y ante cuestiones muy distintas.
 He conocido casos tremendos de problemas. Profesores, padres y madres, hermanos, amigos.., empeñados en hacer de alguien un completo inútil. Suena duro, lo sé, pero he visto demasiadas veces la mirada compasiva ante un esfuerzo que se cree en vano.

Y es verdad, a todos nos ha ocurrido, hay infinidad de cosas que nunca hemos hecho a lo largo de nuestra existencia porque nos han dicho que no lo lograríamos y nos lo hemos creído. Es ingente la cantidad de opciones que nos ha brindado la vida y que ni siquiera hemos intentado aprovechar  porque ya “sabíamos” de antemano que no íbamos a alcanzar nuestro objetivo.

Hay muchas formas de desalentar, cada cual más dolorosa. He podido oír, ciento de veces, no vas a conseguirlo. No pierdas el tiempo. Estas desperdiciando tu vida, y un sinfín de frases por  el estilo.

Pero la mayoría de las veces es algo más sutil, he podido apreciar miradas de compasión, de sorna y burla, de desesperación y de incomprensión ante el esfuerzo descomunal que pequeños y grandes héroes realizaban por conseguir algo.

Hay gente que piensa que no logrará nunca aprender un idioma ponerse en forma, vencer su timidez, ganar un trofeo o aprender a conducir.  Lo hemos visto innumerables veces…Y también hemos observado miles de veces cómo las premoniciones más demoledoras y fatales, son las que provienen de la familia, o la escuela. O las ¿Por qué?

Porque es a partir de esos dos grandes pilares, es que nos desarrollamos y damos rienda suelta a nuestra capacidad de superación. Es decir, cuando somos pequeños, lo que los demás nos digan no solo supone un freno o una estimulación, sino que conforma nuestra identidad y la imagen que tenemos de nosotros mismos.
Además, partiendo de la base de que reproducimos los patrones de comportamiento que aprendemos de la gente de nuestro alrededor, incluso es probable que nosotros hayamos creído que alguien no conseguiría algo. Al fin y al cabo, por estadística, es probable que pequemos de ser asesinos de sueños con frecuencia (aun a sabiendas de que es dañino e intentemos evitarlo.
De verdad que se puede y de verdad que si no se puede hacer de una forma, se hará de otra. Como decía Edison, Los que dicen que es imposible, no debería molestar ni interrumpir, a los que estamos intentándolo. Podemos hacer lo que queramos si lo intentamos lo suficiente, porque querer no significa poder pero desde luego que ayuda y que es la única vía de conseguirlo.

Cada uno que se aplique el cuento de hoy y rompa su hielo, para salvarse de una muerte segura. Tenemos dentro de nosotros la fuerza para caernos mil veces y levantarnos mil una, para quedarnos sin lágrimas y no olvidarnos de sonreír. Tenemos el valor de enfrentarnos al dolor y de recomponer los pedazos que otros rompieron.

Los que perseguimos un objetivo sabemos que establecer metas  es lo primero, hacer oídos sordos a los asesinos de sueños lo segundo y alcanzar un punto de no retorno lo tercero, es decir, el momento en el que ya solo nos quede la opción de conseguirlo.

Podemos, si queremos, saldar nuestras cuentas pendientes porque, os lo digo con palabras de Séneca, no es porque las cosas sean difíciles que no nos atrevemos.  Es porque no nos atrevemos. Es porque nos atrevemos que las cosas son difíciles.
Así que si quieres llegar a donde la mayoría no llega necesitas hacer algo que la mayoría no hace: ¡creértelo

viernes, 15 de septiembre de 2017

❀ACEPTAR NO ES AGITAR UNA BANDERA Y DARTE POR VENCIDO❀




PRINCESA GUERRERA HIJA DE DIOS 

ACEPTAR NO ES AGITAR UNA BANDERA Y DARTE POR VENCIDO
Cuando aceptas una situación que se ha torcido y que no se ha desarrollado tal y como habías previsto, no significa darte por vencido.  En muchas ocasiones, puedes sentir que bajas la cabeza y que te abandonas a esas circunstancias que no te gustan, ante las que no puedes hacer nada. Sin embargo, lejos de lo que crees, en muchas ocasiones también estás lejos de someterte.

El hecho, de que veas la aceptación, de esta manera, no es más que una creencia que tiene que volver a replantearte. Pues, como muchas otras, puede hacerte caer en errores que te impidan afrontar las circunstancias de la manera más adecuada. Hoy te ayudaremos a echar abajo esta creencia para que puedas ver la aceptación con otros ojos y olvides eso de darte por vencido.





Decir “sí” a la vida, tal como es, tal y como viene, no significa que te des por vencido.



LA ACEPTACIÓN RADICAL
El concepto de aceptación radical lo desarrolló Marsha M. Linehan, pero lo dio a conocer Tara Branch , ambas psicólogas. Un concepto que tiene sus raíces en la filosofía budista y que nos insta a abandonar todas las expectativas, fruto de creencias, que nos llevan a sufrir en vano. Por ello, tenemos que rendirnos y dejar de resistirnos a lo que es imposible cambiar (o a lo que es posible cambiar: un cambio que se inicia con la propia aceptación del problema y no con su negación).

Pero, no confundamos rendición con victimismo. No aceptemos esta relación como lógica, de manera que dicha aceptación nos lleve a refugiarnos en las quejas. La aceptación radical tiene que con apreciar lo que sucede desde una perspectiva diferente, en la que todo está sucediendo de una manera determinada que no podemos cambiar, pero ante la que sí tenemos la capacidad para decidir nuestra reacción.

Imagina que te quedas sin trabajo. Tienes algunos ahorros y además vas a cobrar el paro. Sin embargo, te niegas a aceptar la realidad. Estás furioso y triste al mismo tiempo por esta situación. Te han echado de una patada de tu zona de confort y ahora te encuentras perdido y falto de esperanzas. Aceptar esta situación sin quejarte, sin deprimirte, y como una oportunidad no parece ser la tendencia natural, al menos para muchos.  

Tampoco está bien visto: los demás podrían pensar que “ah, no le importaba tanto el trabajo”, “con esa actitud es normal que lo echasen”… Diferentes frases que no hacen más que motivar la queja y la actitud victimista, facilitando que terminemos siendo barcos a la deriva.




En la sociedad en la que vivimos se premia el “estar mal”. Si le preguntas a alguien “¿cómo estás?” y te contesta que “muy bien” o “mejor que nunca”, tal vez la consideres un “flipado”.

Por lo tanto, ¿qué harías si la aceptases radicalmente? Te despiden, sientes todas esas emociones, te permites expresarlas y entonces te detienes. Te paras para ver la situación y decir “vale, estoy es lo que ha sucedido, no puedo cambiarlo, ¿cómo gestionó esta situación?,  Hay múltiples maneras para no darte por vencido.

Puedes aprovechar para hacer cursos y aprender nuevos conocimientos que te servirán en un futuro, puedes buscar otro nuevo trabajo y tomar esta oportunidad como una experiencia para crecer en el ámbito laboral… Puedes emprender mil y una acciones a la vez, de quedarte sentado y darte por vencido, lamentándote. Las circunstancias son las que son, pero tú puedes decidir qué camino tomar. Te han dado las cartas con las que jugar, ahora eres tú el que se las tiene que ingeniar para ganar la partida.



NEGARSE A ACEPTAR LA REALIDAD ES AGOTADOR
Si cambiar de estrategia o tomarte una pausa antes de seguir insistiendo te parece negativo, más lo es la negación de la realidad (salvo como estrategia de defensa ante un impacto emocional muy fuerte. Ej. La pérdida de un ser querido).

 Esta es una actitud que realmente agota, que es dañina y que hace que tropieces una y otra vez con la misma piedra: con tozudez y sin la más mínima intención de aprender.

Es cierto, que la realidad a veces duele y mucho. Sin embargo, negarte a aceptarla o darte por vencido solo trasformará tu dolor en sufrimiento. Tus quejas no serán oídas, todos esos “por qué a mí” no tendrán respuesta. Las cosas suceden porque sí, no tiene que haber ningún motivo aparente. Pero, tú tienes la última palabra,  el poder de decidir hacia dónde dirigirte.

No eres una víctima, a menos que así desees creerlo.  En este caso, alimentarás a los pensamientos rumiantes y rumiados y te sumergirás en un bucle repleto de negatividad. Hablamos de un túnel con dos salidas indeseables: la depresión y la ansiedad. Quizás pienses que tienes mérito porque has elegido la opción más complicada, pero recuerda que el sendero que más esfuerzo nos reclama no tiene por qué ser el mejor para nosotros.





“La aceptación de lo que ha sucedido es el primer paso para superar las consecuencias de cualquier desgracia”


Así que empieza a aceptar las situaciones como el punto de partida para cambiarlas. Tomándolas como oportunidades para decidir un nuevo camino y para aprender de todas ellas. Escapar nunca dará resultado y negarte a asumir lo que ocurre mucho menos. Aceptarlas, en cambio, lejos de condenarte, solo es el primer paso para vencer.






domingo, 10 de septiembre de 2017

❀A VECES DECIMOS ESTAR CANSADOS, CUANDO EN REALIDAD NOS SENTIMOS TRISTES❀





PRINCESA GUERRERA HIJA DE DIOS  

A VECES DECIMOS ESTAR CANSADOS, CUANDO EN REALIDAD NOS SENTIMOS TRISTES
A veces nos sentimos desafinados, envueltos en una cotidianidad de grises y blancos, vacía y sin sentido. Cuando nos preguntan qué nos pasa decimos que estamos cansados, solo eso y nada más. Sin embargo, bajo ese agotamiento sin forma ni razón se esconde la tristeza, esa amiga cenicienta que se instala sin permiso en la mente y el corazón para inocularnos la apatía y el recogimiento.
Admitámoslo, todos hemos vivido en algún momento esta misma situación. Cuando al cansancio se le añade esa emoción pegajosa, lánguida y profunda como es la tristeza, uno no duda en ocasiones en acudir al “doctor Google” en busca de un posible diagnóstico. Al instante nos aparecen términos como depresión “anemia”, “hipotirodismo”, etc.



“Buenos días tristeza, inscrita estás en las rayas del techo, no eres la miseria exactamente, pues los labios más tristes te anuncian con una sonrisa…”


Cuando la tristeza se instala en nosotros, la concebimos al instante como algo equivocado, como algo patalógico que lo liberamos al instante, como quien se sacude el polvo o la suciedad de la ropa. No nos gusta y queremos defendernos de ella sin detenernos siquiera a entender su anatomía, a profundizar en sus melancólicos recovecos para adquirir un aprendizaje mucho más profundo de nosotros mismos.

De hecho, se nos olvida a veces que la tristeza no es un trastorno, que la tristeza y depresión no son lo mismo. Mientras esta emoción no se prolongue en el tiempo y no interfiera de manera continuada nuestro estilo de vida, tenemos una buena oportunidad, por paradójico que resulte, para avanzar y crecer como personas.



Siempre estamos cansados, pero bajo ese cansancio puede haber algo más
A veces pasamos épocas así, esas en las que nos acostamos cansados, y nos levantamos de igual modo. Podemos ir al médico, y sin embargo, los análisis nos dirán que no hay desajuste hormonal, ni déficit de hierro ni ninguna otra patología de origen orgánico. Es muy posible que el profesional de la salud nos indique que tal vez sea el cambio de estación, una pequeña distimia típica del otoño o la primavera. Algo muy leve y que se podrá resolver con un tratamiento farmacológico puntual y limitado en el tiempo.




Ahora bien, hay estados emocionales que no requieren en absoluto del auxilio de la farmacopea para ser resueltos. Sin embargo, al experimentar su impacto psicosomático en nuestro cuerpo es normal que nos asustemos, y cometamos el error de tratar el síntoma sin aborda primero el foco del problema: la tristeza.



¿Por qué nos sentimos cansados cuando estamos tristes?
Los mecanismos cerebrales, que rigen nuestros estados emocionales se diferencian bastante entre sí.  Mientras la alegría o la efusividad originan toda una serie de conexiones e hiperactividad en nuestras células y regiones cerebrales, la tristeza es mucho más austera y prefiere economizar en recursos. Sin embargo, lo hace por un fin muy concreto. 




La tristeza genera en nuestro organismo una disminución de energía muy notable. Además, sentimos la necesidad de evitar las relaciones sociales, nos incomodan, el sonido incluso puede llegar a dolernos, nos molesta el propio rumor de nuestro entorno y preferimos el rincón de la soledad. 

Es interesante saber además que la estructura que asume el control en nuestro cerebro es la amígala, pero cuidado, solo una parte de ella, en concreto, la parte derecha.


·         Esta pequeña región cerebral es la que nos induce esa sensación de recogimiento, de inactividad, de cansancio físico… Toda esta bajada de energía tienen en sí mismo un fin: favorecer la introspección.

Asimismo, los estados de tristeza reducen nuestra capacidad de atención en todos esos estímulos exteriores que nos rodean. Esto es así por una razón más que evidente el cerebro nos intenta decir que es momento de detenernos y pensar, de reflexionar, en ciertos aspectos de nuestra vida.



Cosas que debemos aprender sobre estos estados ocasionales asociados a la tristeza
La tristeza ocasional, esa que nos abraza durante unos días y que nos hace sentirnos cansados, apesadumbrados y desconectados de nuestra realidad es algo que no podemos desatender. Tratar los síntomas, resolver nuestro cansancio con vitaminas o nuestra cefalea con analgésicos no sirve de nada si no llegamos a la auténtica raíz del problema.



“No me gusta llamar tristeza a ese sentimiento dulce y desconocido que me tiene obsesionada”


En caso de no hacerlo, en caso de que no tenemos y atender que es lo que nos enturbia, molesta o nos preocupa, es probable que ese ovillo, se haga más grande, y la tristeza más extensa. Por lo tanto, nos puede ser de utilidad reflexionar en una serie de dimensiones sobre esta emoción que sin duda nos aclararán algunos pequeños detalles.


Tres “virtudes” sobre la tristeza que debemos comprender
La tristeza es una advertencia. Lo señalábamos antes, la pérdida de energía, el estar cansados y faltos de recursos mentales para desenvolvernos en el día a día son solo síntomas de un problema evidente que debemos resolver.




·         La tristeza como resultado del desapego.- En ocasiones, nuestro propio cerebro ya nos está avisando de algo que nuestra mente consciente no termina de asumir es momento de dejar esa relación ese objetivo que tienes en mente, no va a cumplirse, no eres feliz en ese trabajo, te estas quemando, te estas vulnerando, talvez debas dejarlo…..
·         La tristeza como instinto de conservación. Este dato es curioso y debemos recordarlo, en ocasiones la tristeza, a nos invita a hibernar, a desconectar temporalmente de nuestra realidad para conservar recursos….Es algo común cuando por ejemplo sufrimos una decepción, ahí donde siempre será más saludable reflexionar unos días en íntimo recogimiento con el fin de salvaguardar nuestra autoestima, nuestra integridad…




Para concluir, tal y como podemos ver, hay épocas en nuestra vida donde en cansancio tiene poco de físico y mucho de emocional. Lejos de ver la tristeza como un trastorno a tratar, debemos verla como una voz interna a la que escuchar, como una emoción valiosa y útil que se constituye como esencial para el crecimiento del ser humano.